5.10.09

Sobre islas virtuales

“Ovejas descarriadas”, “gallitas” y “muchachas blogueras muy famosas”, como las llamó su mismísimo Ministro de cultura cubano Abel Prieto, postean a diario y sin ningún tipo de filtro en lo que sería el último medio de expresión libre de los isleños: el blog. Bien saben que las consecuencias no tardarán en llegar. De acción y reacción viene la historia.

Por C.P. para Cuatropuntocero



Ahora, ¿qué tiene que ver la blogósfera con el arte y la política? En Cuba, mucho. Resulta que Tania Bruguera, una artista cubana que trabaja sobre el arte de conducta, haciendo performances bastante críticas y muy políticas donde el público tiene una participación clave, decidió cuestionar la imagen política de su gobierno en los medios masivos. ¿Cómo? En su última performance en La Bienal de La Habana, “Tatlin’s wispers”, recreó el primer discurso de Fidel, con un estrado para que los espectadores pudieran pasar y decir lo que se les antojara durante un minuto, paloma en el hombro incluida, y escoltados por dos guardias.

Es acá donde aparecen las protagonistas de la historia: las bloggeras Yoani Sánchez y Claudia Cadelo, ambas con un poder de denuncia y una respuesta a sus posts admirable (por encima de las 2000 respuestas no es poca cosa), subieron a hacerse escuchar.

“Que un día la libertad de expresión en Cuba no sea una performance”, dijo Claudia, y estallaron los aplausos en el lugar. Ya venían adelantando lo que sería el evento desde sus respectivos blogs, y, horas más tarde, hicieron eco de lo sucedido escribiendo “Y nos dieron los micrófonos” y “Un minuto de libertad por persona”. Pero claro, a esos blogs – los más populares, por cierto- los sigue toda Cuba, hasta el propio gobierno, al que le causa poca gracia el poder que tienen estas cibernautas, tanto desde su computadora, como en vivo y en directo. Y entonces pasó lo inevitable.

“Hemos sido sesgadas en dos conciertos de Pedro Luis Ferrer. En uno, repudiaron a Yoani Sánchez y le negaron la entrada, en el museo de Artes Decorativas; en otro, en el museo Nacional de Bellas Artes, no me dejaron entrar a mí”, contó Cadelo a Cuatropuntocero.

Via mail nos regala un pantallazo del la movida bloggera isleña: “La censura es nuestro karma, pero evadirla es una de las cosas más divertidas que hay. No sé si ‘movimiento blogger’ sea el término exacto, no somos un grupo ni actuamos como tal. Más bien somos una constelación de individuos que comparte la misma tecnología y ha decidido utilizarla para expresarse sin censura. El fenómeno está en pleno crecimiento, a pesar de lo limitado del internet cubano. La gente tiene deseos de libertad, sobre todo los jóvenes. Para el futuro hay muchos planes, en estos momentos ya se está llevando a cabo un concurso de blogs cubanos dentro de la isla, que se llama Una isla virtual, y Yoani Sánchez está organizando para octubre una pequeña academia blogger, donde se enseñará, entre otras asignaturas, fotografía, arte cubano y código html. Tengo el honor de ser una de las profesoras”.

Las supuestas ovejas descarriadas bien saben lo que hacen, y por lo visto, no sólo no las detiene la censura, sino que las incentiva a seguir dando batalla. El pasado 9 de Septiembre, por decisión unánime del Jurado del concurso “Una isla virtual” y por el voto de los cibernauta, se otorgó el premio a Mejor blog a Octavo Cerco. Todo dicho. Punto y seguido. Ahora, y con el poder que les otorga el pueblo: “agarrate Prieto”, porque van a seguir posteando.

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