Ni mujer ni en otro planeta, Jonathan Douglas Braverman claramente es un “El” con los pies sobre la Tierra y dirección en Capital Federal. Un chico más bien tímido que casi al pasar comenta que es Dj y que no hace más de unas semanas ganó el concurso de remix de Depeche Mode. “Say what?”. Acá nadie se dio por enterado.
Texto y foto por C.P. para Cuatropuntocero
“No quiero contar por qué, pero como dicen todos, uno no es profeta en su tierra. ¿Tendré que hablar en inglés? No sé. Es mucho por contactos y yo soy una persona muy tranquila, no está en mis venas. Soy músico, no RRPP”, nos cuenta y cambia de tema para evitar polémica. Quedó claro, como todos los que odian el lobby pero se las ingenian con la compu, aprovecha las redes sociales para promocionar su trabajo a nivel mundial, manteniéndose escondido detrás de su consola.
Con la música en primer plano como consigna, este productor en artes electroacústicas entró a ese mundo hace cuatro años, mezclando Kraftwerk con algo de pop y rythm & blues. “Yo soy sólo el medio, quien está tocando, pero Ladies on Mars es la música, mi banda virtual más allá de que yo esté o no; es superar lo visual”, sintetiza dando un paso al costado. Suelta entonces los sonidos, para que viajen libremente y lleguen a oídos de quienes quieran escucharlos. Con Myspace como principal aliado, y aunque la calidad no se compare con la de los vinilos que salen el mes que viene con los remixes de Alex Young, sus temas son bailados en toda América, Alemania y Rusia. Por medio de la misma plataforma, varios productores independientes se contactaron con él para que tocara afuera.
Hace un par de meses le llegó un mail de Beatport, un newsletter anunciando el concurso de Depeche Mode: remixar Peace, su último single. “Participé sólo porque quería tener mi remix de Depeche, para mí”. Por cuatro dólares tenía que comprar el paquete con el crudo, es decir, todas las pistas por separado. Pero en tres días armó su versión y el 12 de Mayo la subió al portal de Beatport para ver qué onda. “Recién el 19 de Agosto me llega un mail, se atrasaron dos meses con el resultado porque había demasiado material, más de mil productores concursando”. El público elegía 10, y la gente de Mute Records otros 10. “Supongo que ellos me votaron a mí. Salí segundo, elegido por Depeche Mode”, a cargo de la decisión final, claro. “Ah, y ranckea primero en descargas”, tira posdata como quien no quiere la cosa.
Otro talento local que, como pasa cada vez más, gracias a Internet edita su material en sellos de afuera. “En estas dos semanas, por el concurso, me agregaron muchos por el Myspace. Gente que escucha mi nombre, lo googelea, sale mi sitio y ya está”. Aparte, está armando un album para Definition Records, un sello alemán, y escucha ofertas para tocar en esos países donde todavía se editan vinilos. Dato curioso, todos sus temas tienen vocals, letras en castellano con doble “ele” porteña, y paradójicamente son más escuchados afuera. “Pasa por la forma y la actuación que trasmite la voz, sin necesidad de entender la letra. La música tiene mucho de eso, del gesto y la sensación. Hice dos temas con el discurso que dio Cristina cuando asumió. Me pareció que había que hacer algo, no pasa todos los días. Quería ver qué podía hacer con un texto. Más allá de estar a favor o en contra, fue mostrar qué pasó. Una narración de alguien transformada en música”. Claro que el EP fue editado digitalmente, pero por un sello de Canadá.
5.10.09
Chicas en Marte
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